Un tributo al conocido personaje de dibujos animados, Casper. "Siempre se le presentaba como un fantasma niño muy cándido y amigable. Siempre trataba de hacer nuevos amigos. Pero la presión de vivir entre malintencionados fantasmas y sentirse obligado a asustar, en vez de jugar, es demasiada presión para el joven fantasma y a veces rompe a llorar", cuenta Ricardo Cavolo. Una pieza que esconde ternura, recuerdos infantiles e ilusión.
Serigrafía 5 tintas sobre papel Bristol Ultrablanco 640 g.
Tamaño: 65 x 50 cm.
Serie limitada de 50 unidades firmada y numerada por el artista.
220 EUR
200 EUR
Suscríbete y conoce las últimas noticias de nuestros artistas
Al compartir sus datos, acepta nuestra Política de privacidad y términos y condiciones, y recibirá la newsletter de la galería.