De su barba de hombre casi del medievo y su afición por congelar a dictadores poco podemos decir que no se sepa. Eugenio Merino (Madrid, 1975) es uno de los artistas más nombrados de la última década en España, y eso nos gusta (por eso le convencimos para que dejase la escultura e hiciese su primera obra gráfica con nosotros).

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, ha expuesto de manera individual en Unix Gallery (Houston, EE UU), Unix Fine Arts (Nueva York, EE UU), ADN Galería (Barcelona, España), Jerome Zodo Gallery (Milán, Italia) o Louis 21 (Madrid, España), entre otros espacios. Y en exposiciones colectivas ha pasado por Miami, Málaga, Bruselas, Houston, Basel, Río de Janeiro o Valencia, mostrando su política obra, propia de un creador que condicionado por su tiempo, traslada su ideario social a las manos y de ahí a la obra escultórica que salpica al espectador (como tiene que ser). “Blah, blah, blah…”, dice de él mismo, y que se dedica al arte después de “descartar todo lo demás”.

Encabeza una generación de artistas españoles, junto a Santiago Morilla, Julio Falagan o Juan Francisco Casas, que tienen en Madrid su centro de operaciones y arrasan con las cervezas en las inauguraciones de todas las galerías…, y de ahí, al mundo, que se rinde ante su trabajo, por supuesto.

www.eugeniomerino.com | @merinoe