Muchos de los recursos y la filosofía de Puño están presentes en esta obra. Por un lado la parte social y política de un policía que surge de un mono sin cabeza, quizá como una metáfora del tipo de visión y seguridad que se ofrece en las calles, más animal, más controlada, menos inocente… Se percibe su estética caricaturesca, su línea remarcada y simple, el color de sus personajes, en una serigrafía positiva y divertida, que puede llenar de humor el pasillo de tu casa e incluso hacer de sistema de seguridad inalámbrico.