Más de 82 millones de personas, a finales de 2020, habían sido desplazadas forzosamente de sus países debido a persecución, conflictos, violencia o violaciones de derechos humanos, según ACNUR. Una de cada 95 personas en el mundo se ha visto obligada a huir de sus hogares debido a la guerra o la discriminación. El artista Boris Hoppek (Berlín, 1970) lleva años trabajando en torno a estas terribles figuras. Inmigración y racismo son parte inseparable de su obra, que analiza a partir de trabajos que van desde el site-specific hasta la ilustración, la fotografía o el collage. En esta exposición vuelve a utilizar su famoso personaje Bimbo, una figura negra con labios rojos, su icono más reconocible, para contar esta historia de crítica y denuncia social.
Boris Hoppek inició su carrera en los años 90 introduciendo elementos figurativos en la escena del graffiti, disciplina artística en la que ha seguido trabajando, con una descontextualización de las figuras iconográficas que le hicieron famoso. Ha creado un site-specific para el Museo de Arte Contemporáneo de Roma (MACRO Future), y ha realizado exposiciones individuales y colectivas en galerías como Diesel Gallery (Tokio, Japón), Room 26 (Roma, Italia), Iguapop Gallery (Barcelona). , España), Jonathan LeVine (Nueva York, EE.UU.) o Magma Gallery (Manchester, Reino Unido), entre muchos otros.