La relación entre Frida Kahlo y Chavela Vargas discurrió entre poesía, confidencias, tequila y mucho tabaco. En un claro homenaje a la artista mexicana, Álex de Marcos realiza este retrato de ella fumando distendida. “La primera vez que vi a Frida en la pantalla del televisor, siendo un adolescente, recuerdo que su cara me resultó familiar. Me recordó a mi tía. Yo, que por aquel entonces estaba totalmente obsesionado con el graffiti, empecé a buscar información sobre ella. Verla ser tan crítica con la situación de su país y a la par amarlo tanto, cambió mi forma de relacionarme con mi origen y todo lo que he mamado desde pequeño”, cuenta el creador.
Técnica: Óleo, cera oleosa y pan de oro sobre tabla de 2 cm de grosor.
Tamaño: 80 x 60 cm.
Firmada por el artista.
1.575 EUR
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